Vencida jamás
en brazos miserables
de la escoria.
Engaño voraz
de boca que gobierna
y te destruye.
¡Nunca te rindas!
¡El hambre de tus hijos
que te despierte!
En las tinieblas
de ignorancia mueren
los que no luchan.
¡Zanja camino!
Pueblo valiente, firme
¡levanta tu voz!
Un brillo grande
de la fe esparcida
te sigue siempre.
Encubierta no
tampoco subyugada
¡pero sí libre!
Lucha por ellos
¡eres voz de libertad
para tus niños!
Aguantar hambre
¡futura rutina no!
si te defiendes.
Melissa Díaz
Estados Unidos
© 2016
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