sábado, 16 de junio de 2018

UNA CANCIÓN DESESPERADA


Un elefante... 
le susurra al oído 
a la muñeca. 
  
No le contesta 
ojitos apagados 
por más que quiera. 
  
Antes que asomen 
los pies bajo la puerta 
prende otra vela. 
  
Canta la nena 
jugando al pentagrama 
de la tristeza. 
  
Agua bendita 
corre por sus mejillas 
se balancea. 
  
No le responde 
el ángel de la guarda 
ni San Nicolás. 
  
Cuatro elefantes... 
corre a buscar guarida 
bajo la cama. 
  
Iguana verde 
de dientes amarillos 
de telaraña. 
  
Ojo de lince 
se relame la presa 
calcula el tiempo. 
  
Nomos de sueños 
visitan a otras niñas 
en mundos buenos. 
  
Do sol sol mi si 
se le enredan las notas 
jm jmjm jm jm. 
  
Esconde el miedo 
entre la telaraña y 
cierra los ojos. 
  
Sube hasta el cielo 
a lágrima y a rezo 
a otro elefante. 
  
En el columpio 
ya no se mecen cuentos 
de hadas madrinas. 
  
Se ha oscurecido
el mundo de muñecas
en su garganta.
  

Pausa y silencio 
aliento de aguardiente 
bajo la cama. 
  
En retaguardia 
ciento tres elefantes 
desaparecen. 
  
Rasgan el cielo 
cuarenta padrenuestros 
hechos jirones. 
  
A pasos duros 
y garras afiladas 
ruge la iguana. 
  
Doscientos rezos 
no han sido suficientes 
la nena canta. 
  
Allá en lo alto
los elefantes vuelan
jm jmjm jm jm.
  
  

Doris Irizarry Cruz 
Puerto Rico 
© 2017 
  
  
 

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