Pasan hablando
la Aurora y el Paisaje.
Todo verdece.
Rosa querida
que alegras mi vergel
abre el pimpollo.
Invita el cielo
donde viaja una nube
a ser fecundos.
Mira qué bella
se torna la campiña
de primavera.
Arriba el sol
esparce sus prolíficos
rayos dorados.
Vamos, mi Rosa
que es tiempo de que libe
la abeja el néctar.
El panal, luego
rebosará de miel
sabrosa y parda.
Rojos de savia
confortadora y viva
serán tus pétalos.
Abre el capullo
Rosa de mi jardín.
¡Haz el milagro!
Eduardo Horacio Gury
Argentina
© 2016
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